Es la materialización de un sueño, cada rincón exhala historia y belleza de tiempos remotos. Todos los servicios y detalles tienen un valor agregado. Sus instalaciones son un homenaje a los forjadores de la identidad de un pueblo místico.
Tren, lago, casona, arte, artesanía, letras, cuadros, figuras de barro, fé y tradición que perduran de generación en generación. Una importancia social, cultural, turística e histórica representa su arquitectura, amueblamientos, decoración y detalles, así como su agenda de actividades y vida cultural.
Un lugar donde resalta el trabajo de profesionales, artesanos, artistas, y residentes de dicha capital departamental. El Hotel posee un área verde muy extensa, con añosos arboles de tajy, pacurí, lluvia de oro y otras especies añosas. Y cuenta con jardines de plantas ornamentales que embellecen el conjunto arquitectónico.
Areguá es la ciudad de la cerámica y de la frutilla se encuentra a orillas del Lago Ypacaraí. Originalmente llamada “Tapaicuá”. Con la llegada del tren a finales del siglo XIX se desarrolló como ciudad veraniega en la que principalmente los escritores, artistas e intelectuales fijaban su residencia en los meses calurosos. En el año 2018 municipio de Areguá fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación, ya que posee un patrimonio arquitectónico envidiable y cuenta con un paisaje privilegiado, combinando el espejo del emblemático Lago Ypacaraí con la vista panorámica de la loma.
El nombre que lleva nuestro Hotel es homenaje a la Virgen patrona de Areguá Nuestra Señora de Candelaria. Margarita Veia de Bibolini junto con su marido Francesco Bibolini, bisabuelos de Jorge Codas Thompson, tenían una casa de verano en Areguá al costado de la Iglesia. Doña Margarita fue la encargada de vestir y preparar la Candelaria todos los años para la procesión del dos de febrero . Ella guardaba los vestidos de la Virgen en un ropero antiguo, donde también custodiaba las alhajas que el pueblo le regalaba, con sus hermanas cosían por los dedos de la Virgencita las joyas que la gente obsequiaba. Y así es como esta tradición se mantuvo por varios años en la familia Bibolini.
En el año 1862 se produce la llegada del tren a Areguá, este acontecimiento marcó la historia de la bella Aregua. Cuenta la historia que en el año 1858 el inglés Tte. Cnel. Ing. George Thompson, bisabuelo paterno de Jorge Codas Thompson, llegó a Paraguay contratado por Carlos Antonio López para instalar el ferrocarril en Paraguay, cuyas vías hoy se ven desde el predio de nuestro Hotel, posteriormente con la muerte de Don Carlos este quedo al servicio de Francisco Solano López, quien lo convoco a Thompson para la Guerra de la Triple Alianza, donde tuvo un papel protagonico, desde entonces se convirtio en militar y empezo a dirigir tropas, dibujo y superviso la construccion de fortificaciones, entre la más famosa, las fortificaciones de Curupayty La vida de George Thompson sirvió de inspiración para el Restaurante del complejo La Candelaria siendo su fachada una réplica de la Estación de tren de Areguá donde también hay un museo de objetos de la época del ferrocarril y de la Guerra del Triple Alianza.
Jorge Codas Thompson y Mariza Pichler son los fundadores de este proyecto lleno de contenido y magia que es la materialización de un sueño, cada rincón exhala historia y belleza de tiempos remotos. Sus instalaciones son un homenaje a los forjadores de la identidad de un país único. Historia, tren, lago, casona, arte, artesanía, letras, cuadros, figuras de barro, fe y tradición que perduran de generación en generación. Su arquitectura representa una importancia social, cultural, turística e histórica, asi como sus amoblamientos, decoración y detalles. Un lugar donde se resalta el trabajo de profesionales, artesanos, artistas, empleados y residentes de Aregua.
El hotel ofrece diversas opciones de salones y salas de reuniones que permite adecuarse a todo tipo de evento con un staff profesional a disposición para asistirlo a crear inolvidables reuniones y eventos. Desde un salón de casi 600 m2, una sala para reuniones más íntimas, espectaculares jardines y hasta una capilla, en un entorno privilegiado en pleno corazón de Areguá.
Cada ser humano, es único e irrepetible; tiene una dimensión trascendente que lo hace irremplazable y original. Así también, cada habitación de este hotel es único, ninguno de los diseños se repite de los cuadros con piezas de Karanda´y, ñanduti, madera, barro, fajas del uso del hombre del campo, todos elaborados con artesanía de los pobladores de Areguá, Misiones, Ita, Tobati, Carapegua, Limpio, Itagua y Nativos. Cada cuarto tiene el nombre de una compañía, barrio, arroyo, lago, cerro de Areguá, que cuentan con una galería frontal, propia de la Arquitectura señorial de esta ciudad.
El huésped podrá descubrir el uso del tejido manual del encaje ju en las cortinas, hecho por artesanos, las colchas y detalles de las sillas son trabajados a mano con tejidos de poyvi de Carapegua, y bordados de crochet de Asunción, así como las camas tienen sábanas y las toallas hechas de algodón blanco.
Mcal. Francisco Solano López esq. Carlos Antonio López. Areguá, Paraguay
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